Hoy voy a creer.

Vieja, te me fuiste, que triste perderte, 89 años, toda una vida de laburo, desde chica juntando maíz en tu Córdoba querida, la fabrica de Alpargatas ya en Buenos Aires y el taller en Dock Sud, sos la mujer mas laburante que conozco, no podías caminar casi y así y todo querías cocinar, lavar, planchar y todo lo demás, los disgustos que me daba cuando entraba a la casa y te veía subida a una silla limpiando algún ventilador, siempre te retaba diciéndote que te ibas a romper la cadera.

Gracias Dora, gracias por enseñarme que el laburo es lo mejor que hay para una persona, que hay que tener la casa limpia, gracias por todo el amor que le diste a mis hijos, por cantarnos canciones para dormir, por inventar cuentos para Tiara y Francisco, gracias, hoy parece que se va una gran parte de mi vida con vos y he de confesarte que siempre te tuve un poco de envidia, envidia por tus 40 años de casada, 40 años, que locura, ojalá allá afuera algún día encuentre un amor de esos que duran para siempre, como el que tenias vos y el abuelo, el se fue antes pero vos seguiste siendo su esposa siempre.

Te encontramos sentadita en la cama, estabas tomando la maicena con leche que tanto te gustaba, el medico dijo que hacia una hora que te habías ido, viste, siempre yo llegando tarde a todo o quizás no, quizás era el momento, tu momento.

Y yo, el que no cree en nada, te dice que si, que hoy si voy a creer, voy a creer que el abuelo te vino a buscar, que te tomó de la mano y se fueron juntos por ahí a pasear como cuando eran novios y que hoy creo que mañana al mediodía cuando yo te vea en la tierra por ultima vez, vos vas a estar cocinándole un rico puchero al abuelo.

Siempre supiste todo lo que te quiero, lo que por ahí no sabes es que gran parte de lo que soy hoy es gracias a vos.

Te amo abuela.