Los 5 tipos de mujeres de las que todo hombre se enamora en algun momento de su vida.

La delicada:
La delicada es una etérea y virginal muñequita de piel translúcida, frágil cabello rubio, ojos claros y finos rasgos. Sus movimientos son elegantes, su risa sutil y su voz siempre suave. Es tímida y dócil en todos los casos y jamás se enoja o levanta la voz. Es obediente y sumisa, quiere tener muchos hijos y dedicarse a su familia con esmero. Su ropa es cómoda y femenina y ni siquiera en una fiesta se viste sugerente o provocativa. Le gustan los colores pastel, los saquitos finitos y los bordados. Tiene una medalla milagrosa en el cuello y algunos anillitos de oro finitos en sus ligeras manos de ninfa. Aunque jamás toma la iniciativa o deja entrever sus intereses amorosos, su comportamiento aniñado de mujercita despierta en todos los hombres el deseo de protegerla como a un pajarito con la patita quebrada.

La vieja fogosa:
La vieja fogosa es una arrebolada comehombres con un omnívoro apetito sexual. Para ella, absolutamente todo está relacionado con la sexualidad, y tiene un eminente talento para infectar cualquier diálogo con su prosáica mitificación de la carne y el fuego. Usa expresiones como "tener buena cama" aproximadamente veinticinco veces por día y lee únicamente al marqués de sade, a Lawrence Durrell y a Antonin Artaud. Va al taller literario de Dalmiro Sáenz, en donde corrige sus interminables crónicas pornográficas sin sentido. Siempre se tiñe de pelirrojo, usa medias panty negras y tapados oscuros hasta los tobillos. Fuma provocativamente, toma mucho café y su voz es ronca y quebradiza. Visita teatros, cines, y lee en bares de la calle Corrientes, en donde también se encuentra con amigos con quienes conversa acerca del "quiebre del teatro", el "no-teatro" y la erotización del arte. Le encanta ser la amante de alguien comprometido o acostarse con mocosos sedientos de aprendizaje que luego terminan enamorándose de ella hasta la anorexia.

La perfecta
La perfecta es casi siempre médico, arquitecta o abogada. Tiene una rutina inquebrantable y es la mujer orquesta: jamás llega tarde al trabajo, siempre luce demencialmente impecable, sabe un poco de todos los temas, y su cartera es un botiquín de primeros auxilios, un camarín y una alacena. La eligieron abanderada y “mejor compañera” durante toda la escuela primaria, y en la secundaria fue delegada, “Reina de la primavera” y diploma de honor. Nunca tuvo piojos en el colegio, nunca se hizo pis encima en el jardín, nunca se resbaló en la calle, nunca se le quemó una torta, nunca tuvo resaca después de una borrachera, nunca se le corrió una media en una fiesta y nunca, pero nunca, reprobó una materia.
Los hombres se enamoran de ella porque fantasean con la vida armoniosa y fluída que tendrán a su lado: camisas planchadas, dos hijos amorosos, carreras envidiables y una casa con cerco blanco que nunca se despinte.

La cool
La mujer cool puede ponerse un vestido de la abuela, la campera del colegio secundario, una frutera en la cabeza y botines de fútbol y lucir como la tapa de Vogue. Está siempre un paso adelante de las demás: todo lo que organiza es divertido y original, escucha los mismos grupos que los otros pero desde que no habían sacado el primer disco, y tiene amigos chic en el ambiente de la música y el diseño que la invitan todos los lugares a donde hay que ir.
La mujer cool es siempre DJ o diseñadora gráfica, de indumentaria o industrial. Vive sola, tiene un gato, y casi nunca está en su casa porque vive en ferias, restaurantes y reuniones con amigos. Rara vez se enamora, pero en el trabajo y en la facultad, cuando camina por los pasillos envuelta en su colonia de peras y malvaviscos, los hombres se mueren de amor y las mujeres de envidia.

La puta autodestructiva:
La puta autodestructiva es un agujero negro con piso en el infierno. Tiene problemas con la familia, con la justicia y consigo misma, y siempre elige hombres que la sacuden, le roban, o la embarazan y la abandonan. En general tiene alguna adicción severa: es drogadicta, anoréxica o alcohólica, y jamás se somete a un tratamiento. Su vida es una película de Hallmark Channel que concluye en el primer acto, porque cada vez que se encamina, ella vuelve a arruinarlo todo. Su repertorio de actividades es sórdido y desolador; mientras la rutina de otras mujeres es estudiar, trabajar, leer, hacer compras o tomar mate, la puta autodestructiva mata el tiempo chocando, desapareciendo, abortando, emborrachándose o revoléandose zapatillas con el novio en el pasillo de un hotel.
Todos los hombres buenos e inocentes quieren salvarla y transformarla en una mujer normal, pero es imposible: la puta autodestructiva es una valija de doble fondo, ni bien logran limpiarla de drogas y verla sonreir, se corta las venas en el baño la noche de bodas.


Robado de www.elforro.com

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